Escuadrones de la
Muerte, Oligarquía Salvadoreña y Mitt Romney
José
Chencho Alas
Parece una ficción, pero no es
así. El título de este artículo responde a una realidad. Mitt Romney, candidato
republicano a presidente de los Estados Unidos, estuvo ligado por lo menos a
siete miembros prominentes de la oligarquía salvadoreña, patrocinadores de los
escuadrones de la muerte en mi pequeño país. La relación está documentada por
los periódicos Huffington Post, los Angeles Times, Boston Globe y otros, y
sustentada por Robert White quien fue embajador en El Salvador durante los
primeros años de la guerra que comenzó el año 1980 y terminó a inicios de 1992.
Ryan
Grim ha escrito recientemente un artículo sobre este asunto que lo titula “Mitt
Romney inició Bain Capital con dinero de familias relacionadas a los
escuadrones de la muerte”. Todo comenzó el año 1983, cuando en El Salvador los
escuadrones patrocinados por Roberto D’Abuisson estaban muy activos asesinando
familias enteras en las ciudades y el campo, que Romney se reunió en Miami con
cinco representantes de la oligarquía salvadoreña a quienes les propuso
invertir en Bain Capital. Bill Bain, presidente de Bain y Co., le había
prohibido a Romney que solicitara inversiones de clientes ya afiliados a su
floreciente empresa para comenzar Bain Capital. No le fue fácil ha Romney
abrirse campo dentro de la clientela tradicional, por lo que Harry Strachan le
sugirió se fuera a Miami en donde se habían radicado varias familias millonarias
centroamericanas debido a las guerras en la región y a la reforma agraria que
se llevó a cabo en El Salvador el año 1980. La reunión tuvo lugar en un banco
privado estando presentes Ricardo Poma, Miguel Dueñas, Pancho Soler, Frank
Kardonski y Diego Ribadeneira. Posteriormente se unieron Francisco de Sola, su
primo Herbert Arturo de Sola y miembros de la familia Salaverría, los hermanos
Julio y Juan y Alfonso y Raúl. La inversión inicial de los salvadoreños fue de
$9,000.000, o sea, el 40% del capital financiero con que comenzó Bain Capital. Según
Ryan Grim, esta inversión ha sido absolutamente fructuosa. Entre los años 1980
y los 90 creció un 88%.
Mitt
Romney ha cultivado a lo largo de los años su amistad con los inversionistas
salvadoreños. Cuando en 2007 necesitaba apoyo para su primera campaña
presidencial, de nuevo regresó a Miami e invitó a una cena a sus ricos
clientes. El mismo lo comenta: “Yo le debo mucho a americanos de descendencia
latinoamericana. Cuando estaba comenzando mi empresa, vine a Miami para
encontrarme con socios que creerían en mi y que invertirían en mi negocio”, y
luego menciona a las personas arriba señaladas.
La
historia acusa a los socios salvadoreños de Romney de haber financiado a los
escuadrones de la muerte en mi país, cuyos orígenes los debemos encontrar en
ORDEN, Organización Democrática Nacionalista, fundada por la CIA el año 1965 en
la casa de Juan Wright. Conforme lo narro en mi libro “Iglesia, Tierra y Lucha
Campesina”, estuvieron presentes en este maldito parto Julio Rivera,
Presidente, varios ministros, el Chele Medrano (padre intelectual de Roberto
D’Abuisson), militares de alto rango, elementos de la oligarquía y funcionarios
de la Embajada de los Estados Unidos” (Pág. 132). Quienes sufrimos la tortura,
no digamos aquellos miles que fueron asesinados a manos de miembros de ORDEN,
la recordamos con horror. Su misión contrainsurgente en manos del Chele Medrano
era matar.
Según
The Huffington Post que cita a Robert White, “Era muy sabido que la familia
Salaverría apoyaba a D’Abuisson. Estos sujetos eran grandes contribuyentes de
D’Abuisson y de la solución extrema, incluyendo los escuadrones de la muerte.”
Lo mismo hay que decir de Orlando de Sola, líder de los escuadrones y de manera
limitada según los Angeles Times Francisco y Herbert de Sola. Los otros socios
de Mitt Romney quizá no todos financiaron directamente a los escuadrones pero
sí a través de ARENA, partido fundado por D’Abuisson el año 1981. Desde luego,
otros miembros de la oligarquía residentes en Miami financiaron a los
escuadrones. Se sabe que no ocultaban su apoyo, que fácilmente hablaban de
ello, ya que lo consideraban como un deber acabar con los comunistas que
querían hacerse del poder en El Salvador.
Se calcula que en los primeros dos años de guerra,
los escuadrones mataron aproximadamente 35,000 personas y que al finalizar el
conflicto, eran responsables del asesinato de 75,000 salvadoreños de todos los
estratos sociales, o sea, según las Naciones Unidas, del 85% de las
ejecuciones. Entre los muertos debemos recordar a Mons. Oscar Romero, asesinado
el 24 de marzo de 1980 mientras celebraba la Eucaristía en la Capilla del
Hospital la Divina Providencia. No solo campesinos, obreros, maestros,
estudiantes, sacerdotes, monjas, profesionales… niños, mujeres… ancianos
murieron, sino también gente de la misma clase de los patrocinadores de los
escuadrones de la muerte, el más famoso entre ellos Enrique Álvarez Córdova,
presidente del Frente Democrático Revolucionario, asesinado brutalmente el 27
de noviembre de 1980.
¿Sabía
Mitt Romney que sus socios financiaban los escuadrones de la muerte? Cuando no
se quiere ver algo, lo que hace uno es cerrar los ojos, o para no oír, taparse
los oídos. Metafóricamente hablando puedo afirmar que el actual candidato a la
presidencia de los Estados Unidos se metió en la cama con los patrocinadores de
la muerte en El Salvador. ¿Le gustó hacer el amor? Eso no se pregunta.